Las donaciones, los impuestos y los empresarios.
Por Primi Tivo
Poquito después del terrepoto (si Tatán I se puede equivocar, ¿Por qué yo no?) se realizó ese emotivo ejercicio de donaciones y catarsis colectiva denominado Teletón, donde asistimos impresionados a esa competencia de “desprendimiento” y “buena onda” con que nos deleitaron los “grandes empresarios” de nuestra querida patria. La frase “Tu millón de dólares y otro más” resonó fuerte esa noche en el teatro Teletón y a todos nos pareció bien, extraño pero bien.
A la semana siguiente el gobierno de Tatán I, por boca de Harry Hinzpotter, empezó a hablar de subirle los impuestos a las empresas. “Acabo de mundo pos hom”, se escuchó en los pasillos del Club de la Unión, pero oh sorpresa los principales dirigentes de los empresarios se reunieron con Tatán I y Harry Hinzpotter y salieron diciendo que si su máximo líder decidía subir los impuestos a las empresas en forma acotada estaba bien.
Increíble, los empresarios tirando billete a la chuña y aceptando sin chistar alzas de impuestos a sus empresas, debo reconocer que este humilde escribidor no entendía nada, así como la mayoría de los chilenos.
Pero lentamente se empezó a entender el mono, primero el gobierno anuncia una “nueva” Ley de Donaciones que hace que la donación ya no sea tan espectacular porque parte importante se hace con los impuestos que igual tenían que pagar.
A continuación nos enteramos que el gobierno de Tatán I les puso a 3 de las empresas más generosas en la Teletón mencionada, una “orden de compra directa”, o sea sin licitación y por tanto sin precios baratos de competencia, por la friolera de $8.000.000.000 de pesos, o sea recuperaron con creces su donación teletoniana y el eventual aumento de impuestos.
Pero no conformes con eso Tatán I por boca de su ministra del Trabajo anuncia que se empezará a estudiar el término de la indemnización por años de servicio, un derecho adquirido de los trabajadores y que los empresarios siempre han querido eliminar.
Ahí sí que me quedó todo claro, entendí perfecto, nada ha cambiado en realidad, los empresarios siguen pensando en el lucro, todo no eran más que una operación de marketing, y lo único distinto es que Tatán I como buen empresario va a asegurarles buenos retornos.












