
Lo segundo que me desconcierta es el propósito del mismo: PARA DISCUTIR
O sea y a ver si logramos sacar algo en limpio:
1. Llaman a algo que no tiene sentido con la palabra original, ya que no son curas ni eligen Obispo ni a nadie, ni están bajo llave,
2. Van a discutir el tema de la reconstrucción, en el cual, como máximo, podrán pegar un par de pataleos en el Congreso
3. No quieren ni siquiera tocar la problemática que perdieron el gobierno después de 20 años, para no herir sensibilidades. Difícil herir lo que no se posee o que se perdió en las intrincadas e ignotas redes del poder,
4. No entrarán nuevas caras (no entendamos por nuevas a los Rossi, Tohá, Lagos Weber, que ya llevan años de circo) a discutir el Chile 3,14 del futuro post Piñera, que será el de, horror de horrores, un político de los antiguos y ultra repetido,
5. Bajo ninguna circunstancia se planteará siquiera la remota posibilidad de generar un programa hipotético de trabajo para cambiarse de la oposición al mentado y dulce gobierno,
6. Y, como si todo la anterior fuera poco, van a tener que cambiar Casa Piedra por Punta de Tralca y los cócteles de moda por galletitas de agua y tecito rendidor, ya que no hay arcas fiscales que patrocinen tan magno y relevante “evento” ( no confundir con los hoyos de las calles, aunque se parezcan a muerte en la utilidad prestada a la ciudadanía)
En definitiva, más que cónclave parece la reunión de ex alumnos con alzhéimer, reumáticos y osteoporósicos, los cuales lo único que tienen claro es que les duele el cuerpo, pero no tienen la capacidad ni las ganas de acordarse por qué, ni que les generó el dolor.
Esta reunión es lo más parecido a tratar de arreglar un mueble de época, fino y elegante con clavos de
Ricardo Farrú












