lunes, 8 de marzo de 2010

COMENTARIOS DE TITO TRONCO

La Ley del embudo

En Chile hay variedad de leyes con nombres, números, normales, anormales, conocidas, ignotas, etc. Pero también están las no escritas pero ampliamente difundidas; entre ellas la más famosa es la Ley Del Embudo.
Esta, en breve, consiste en que la parte ancha para los poderosos y la angosta para la mayoría de los ciudadanos del país. Por poderosos entenderemos a los burócratas estatales, a las elites del dinero, a las autoridades de cualquier nivel en cualquier parte y etc.
Un ejemplo reconfortante de esta ley es lo que me aconteció con el reciente terremoto: mi casa, en un precioso sector rural, sufrió con fuerza la furia del sismo, teniendo que demoler, en lo óptimo, más de la mitad de la misma, y en la peor, su totalidad.
No me preocupé mayormente ya que está prendada con un crédito hipotecario que tiene un seguro contra incendio y sismo, así que era cosa de ir al banco y asunto zanjado.
Ingenuo de mí.
La letra chica (Léase Ley del Embudo) decía cosas tan lógicas como: sólo se pagará la póliza si el movimiento telúrico no sobrepasa los 8 grados Mercalli en la zona en cuestión.

Problemas a resolver:
1.-Las mediciones originales son en la escala Richter,
2.-El sector rural no cuenta con instrumentos de medición,
3.-No hay como volver a repetir las condiciones del “evento” para que la compañía de seguros logre dirimir el asunto.

En definitiva lo que acontece es que uno paga por años, junto a la cuota del crédito, este seguro, que no tiene ninguna posibilidad de ser cobrado y el usuario, (parte angosta del embudo) tiene que reconstruir pidiendo un nuevo crédito, con seguro por sismo incluido y seguir pagando alegre y sonrientemente el antiguo junto al nuevo, con el mismo seguro en la cuota.

Viva el seguro contra sismos