miércoles, 17 de febrero de 2010

Cuentos de Hados


Había una vez un príncipe Arameo que traía una propuesta nueva para enriquecer al reino, la discutió con su tío Andréi recordando todos los disparos y disparates de los años disparatados de su juventud extrabancaria, su tío asintió sintió orgullo de su sobrinito y le obsequió una honda grabada con su nombre y la fecha, luego la revisó con su tío Minimo Viomar que vió mar en los cantos de de una sirena hierática, en una isla de la fantasía vió oro y siguió el brillo de unos ojos verde olivo, le dió un cuetazo al tío y quedó afectado por el olor del fulminante con que había sido incendiado el castillo de monedas de cobre, el fulminante no era del mismo que la polvora de la escuelita de jugarretillas de su juventud dorada, el tío Mínimo Viomar revisó la propuesta nueva de su sobrino político y tambien sintió orgullo de su sobrinito, le donó a su sobrino todo el amor oro verde oliva de los ojos de su sirena y su padre el rey barbaazul, luego Arameo mostró la propuesta a su padre mitológico y escatológico, Om Om le dijo el padre meditemos consultemos a la Maminuela Om Om mami huela estas idea demarcadas por el príncipe Cin hasta que los mercaderes lo desmarcaran de la feria, por tener una propuesta tan abierta tan libre tan veras. Así fue como el príncipe Arameo trajo mas riqueza al reino, esos años fueron conocidos como los años del Meoliberalismo.


Por MATIAS CISTERNAS